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La emoción, el gozo, enojo, la frustración y desilusión – todos forman parte de experiencia crecer. Aprender cómo y cuándo demostrar estas emociones se conoce como control los impulsos. He aquí unos datos sobre impulsos:
* El control de los impulsos ayuda a los niños a hacer y conservar las amistades.
Es probable que los niños que pueden controlar su enojo y su frustración, y que usan las palabras para manifestar sus emociones, puedan hacer y conservar las amistades. Y esto podría aumentar su amor propio además de su futuro éxito escolar.
* Las experiencias tempranas pueden contribuir al éxito más tarde con el control de los impulsos.
Los bebés necesitan un ambiente sensible y constante. Cuando se responde con amor y consideración a sus necesidades físicas, aprenden a esperar que su mundo sea ordenado. También aprenden que sus acciones pueden afectar a los demás.
Los niños de 2 a 3 años necesitan sentirse independientes y hábiles. Usted puede ayudarles a usar sus habilidades en desarrollo de lenguaje para clasificar sus acciones y las de los demás. El aprender de cómo describir las acciones, los pensamientos, y los sentimientos con palabras es la clave para tener un control bueno de los impulsos.
Los niños más grandes de edad preescolar aprenden a controlar los impulsos turnándose o compartiendo los juegos. Van aumentando las habilidades en usar el lenguaje para controlar sus emociones y relacionarse con los demás.
Sugerir palabras que su hijo puede usar para comunicar cómo se siente. Si su hija se enfada mientras juega un juego, anímele a usar palabras para expresar el enojo, como «¡Eso me enfada mucho!» o «¡No me gusta cuando juegas el juego así!»
Poner en claro que no se permite hacerles daño a otros. Cuando su hijo se enoja mientras está jugando un juego y le da empujones o pega a otro niño, apártele del grupo y recuérdele que se prohíbe hacerles daño a los demás.
Ayudar a su hijo a idear nuevas maneras para resolver los problemas. Cuando su niño tiene un desacuerdo con otro niño, sugiérale soluciones como turnarse o compartir.
Reaccionar al mal comportamiento de su hijo usando las palabras. Al contarle a su hija las razones detrás de las reglas y explicarle las consecuencias del mal comportamiento, le ayuda a desarrollar modos internos de controlar su propio comportamiento.
Poner el ejemplo del autodominio al hacer frente al estrés o la frustración. Su hijo aprende muchos comportamientos observándole a usted. Cuando usted pone el ejemplo de la auto-disciplina y el autodominio en situaciones difíciles, su hijo aprenderá a seguir su ejemplo.
¿Qué es el juego? ¿Por qué es tan importante para los niños?
(Usar en este espacio la hoja: ¡Los niños pequeños necesitan jugar!)
El juego no es simplemente una actividad en la que los niños ocupan su tiempo cuando todavía no tienen la edad para asistir a la escuela. Algunas personas perciben el juego como “la labor” o “el trabajo” de los niños. Al jugar, los niños ponen el cimiento para el aprendizaje posterior en la vida, ya que resuelven problemas y aumentan su comprensión de sí mismos, de otras personas y del mundo en el que viven.
Para los niños pequeños, “el juego” incluye una variedad de actividades divertidas e interesantes. Estas incluyen el juego tranquilo, creativo, activo o dramático, juegos con reglas y el juego con objetos para manipular. Se puede jugar de una manera estructurada o sin estructura. El juego estructurado tiene reglas o una manera específica de hacer las cosas. Los juegos activos, como deportes o la ‘caza’, juegos de naipes y de tableros son ejemplos de juegos estructurados. El juego sin estructura incluye actividades como el usar ropa de juego, jugar con muñecas, construir con bloques, correr, trepar y montar triciclos, entre otras cosas.
Puede que un niño juegue a solas o que juegue de manera social, con otros niños o con adultos. El juego social toma un papel esencial en ayudar a los niños a aprender a relacionarse con otros. Cierta investigación ha identificado las etapas del juego social. Los niños pasan por estas etapas al crecer y a medida que se desarrollan, llegan a ser capaces de relacionarse más con otras personas mientras juegan. Es importante tener en cuenta que un niño de cualquier edad puede jugar de una manera que refleje una etapa del desarrollo más temprana.
El juego exploratorio –que a veces se llama el juego desocupado– se refiere a las interacciones que un niño realiza, aparentemente al azar, con las cosas y las personas que encuentra a sus alrededores. Si un adulto observa al niño, tal vez no pueda darse cuenta si el niño tiene un propósito para lo que hace.
El juego del observador ocurre cuando un niño parece estar jugando solo pero realmente está mirando las actividades y juegos de otros.
El juego solitario ocurre cuando un niño juega a solas o cerca de otro niño pero no se relaciona con él. El juego en paralelo se refiere al juego de niños que están cerca y usan materiales similares pero casi no se relacionan.
El juego asociativo se parece al juego en paralelo, pero los niños se relacionan un poco más. El juego cooperativo incluye las metas comunes y la colaboración. Se puede negociar de maneras complejas, tomar decisiones de forma cooperativa, y fijar reglas.
A veces el juego de niños tiene mucho que ver con aprender sobre su entorno, y poco que ver con otras personas. Los niños pequeños exploran sus ambientes de manera natural y juguetona para entender el ambiente físico y sus propios cuerpos. Este tipo de juego a veces se llama juego sensorimotor. Mientras varían sus acciones y se relacionan con juguetes y otros objetos, los niños descubren lo que sus propios músculos pueden hacer y practican los movimientos que necesitarán para la vida diaria. También tienen la oportunidad de aprender sobre la gravedad y otros principios del mundo físico.
¿Cuáles juegos son apropiados para los bebés y niños de 1 y 2 años?
Los bebés aprenden fácilmente a jugar mediante sus propias acciones y su contacto con otras personas. Los bebés juegan al relacionarse con adultos quienes les hablan, les cantan, se ríen con ellos y los ayudan a explorar su mundo. Lo que más les encanta a los bebés es jugar con otras personas. Los padres, madres y cuidadores pueden jugar a esconderse la cara, bailar sosteniendo al bebé, llevarlo de un cuarto a otro y andar a gatas con él en el piso. La capacidad de turnarse comienza con juegos sencillos e interactivos.
Los adultos ayudan al bebé a aprender a hablar cuando le sonríen y le hablan durante interacciones juguetonas, como las de esconderse la cara o dar y tomar un juguete. Estas interacciones de ‘dar y tomar’ ponen el cimiento para aprender a hablar, ya que demuestran que la conversación incluye respuestas a las palabras y acciones de otra persona. El primer año de la vida de un niño es buen momento para que los adultos empiecen a leerle libros ilustrados. También pueden escuchar varios tipos de música con un bebé y cantarle.
También es bueno para los bebés ponerlos en el piso por un rato para que puedan darse vueltas y explorar en forma segura. Una vez que un bebé empieza a andar a gatas, los juguetes que pueden empujarse, hacerse rodar o perseguirse en el piso, animan a la actividad física y a la interacción con otras personas.
Los juguetes para bebés deberán estimular varios sentidos. Los bebés gozan de ver un móvil colgado encima de su cuna y dibujos en las paredes. Pueden empezar a manejar los juguetes seguros: juguetes suaves para palpar y mascar, sonajeros y juguetes con variados sonidos. Los juguetes deben ser seguros para mascar, ya que muchos bebés exploran cosas con la boca.
Los niños de 1 y 2 años de edad siguen desarrollando la destreza de usar los músculos grandes y pequeños (motricidad gruesa y fina). Les gusta manejar objetos, como por ejemplo, echándolos a un recipiente y luego volcándolo. También pueden aprender jugando de manera ‘sucia’ con agua, arena y arcilla suave o pasta para moldear.
Muchas actividades de arte estimulan la motricidad fina y la creatividad del niño. Puede empezar a usar grandes brochas para pintar, pinturas no tóxicas que se puedan lavar, y crayones para principiantes. Es necesario seguir de cerca a los niños de 1 y 2 años y darles materiales seguros, por si acaso intentan probarlos con la boca.
A los niños de esta edad a menudo les encanta la música. Pueden empezar a cantar canciones con adultos o hacer su propia música. ¡Las ollas y cacerolas hacen muy buenos tambores! Los niños también pueden moverse al ritmo de la música y empezar a bailar.
Los niños de 1 y 2 años también necesitan oportunidades de jugar usando los músculos grandes. Les gusta tirar y hacer rebotar o rodar pelotas de varios tamaños, dar saltos en colchones, o hacer una casa o ‘fortaleza’ con una caja de cartón. Con supervisión, estos niños pueden salir a dar paseos, jugar con juguetes para trepar y montar, y usar equipos de un tamaño adecuado en patios de recreo.
El jugar con adultos u otros niños puede estimular a los niños a desarrollar las habilidades sociales y emocionales y a aprender a hablar. Al turnarse usando juguetes o hablando durante los juegos, los niños de 1 y 2 años pueden aprender a relacionarse con otros y a entender las ‘reglas de conversación’ fundamentales para la interacción social y el desarrollo del lenguaje. Si estos niños juegan con otros, ¡también tendrán mucho que decir sobre sus juegos!
A algunos niños de esta edad les interesa cada vez más el mirar libros ilustrados o escuchar mientras alguien les lee, además de explorar lo que se encuentra en su entorno. Otros niños todavía estarán muy ocupados investigando su mundo y no querrán sentarse a escuchar un libro. Los padres y madres podrían leer a estos niños antes de la siesta o a la hora de acostarse.
Se pueden animar los juegos imaginarios y dramáticos de los niños de 1 y 2 años con una variedad de juguetes y objetos comunes. Les gusta jugar con bloques grandes; ollas y cacerolas; camiones, coches y aviones de juguete; ropa y sombreros de juego; muñecas, animales de peluche y juguetes para hacer de casa; y otros objetos interesantes, como cajas, lazos, y papel estampado para envolver. Los juguetes de montar que los niños pueden propulsar dando empujones con los pies, también sirven para estimular los músculos grandes.
¿Cuáles juegos son apropiados para la edad preescolar y de kindergarten?
Cuando los niños tienen entre 3 y 5 años, sus actividades de juego frecuentemente extienden las experiencias que les gustaban de más pequeños. Con sus destrezas motoras y habilidades sociales más desarrolladas, gozan de los juegos activos y supervisados, a solas y con compañeros.
Los niños de edad preescolar tienen más capacidad para usar crayones, lápices y pinturas, tijeras seguras y pegamento o engrudo. Suelen tener más confianza en su capacidad de correr, dar saltos, trepar, montar triciclos, y jugar a pelota u otros juegos interactivos. A menudo aprovechan con gusto la oportunidad de jugar en equipos y usar sus músculos grandes, al aire libre y bajo techo.
A muchos niños preescolares les encanta hacer de cuenta o actuar fantasías y pueden cooperar para jugar juntos. Los títeres y otros accesorios pueden usarse para actuar papeles y contar cuentos. Estos juegos imaginarios ayudan a los niños a representar intereses y deseos en una situación que implica reglas del comportamiento.
Los juegos aparentados de los niños frecuentemente guardan relación con cuentos que los adultos les han leído, de modo que los libros forman una parte importante de los juegos de niños. Estos deberán tener acceso a libros para compartirlos o mirarlos a solas. Al llevarlos a la biblioteca para asistir a actividades para niños, se los puede ayudar a formar el hábito de ir a la biblioteca durante toda la vida.
Los niños preescolares pueden seguir construyendo con bloques y otros juguetes de construir. A veces planifican carreteras y edificios y agregan pequeños coches o muñecas a sus estructuras. Un padre, madre o maestro puede unirse a los juegos de un niño y darle sugerencias para expandir lo que hacen: “¿Qué tal si construimos un puente para tus coches?” “¿Qué pasa luego?” “Siena quiere jugar a la casita también. ¿Puede ser ella la vecina que está visitando?” Se pueden enseñar juegos sencillos para grupos, como Simón Dice o Seguimos al Líder. A algunos niños preescolares les gustarán juegos de naipes o de tableros. Pueden empezar a entender que los juegos tienen reglas para que todos los que juegan puedan gozar jugando juntos. A veces les gusta cambiar las reglas de un juego o idear otras; en otros momentos querrán que todos “jueguen siguiendo las reglas”. Los padres, madres y maestros querrán enfatizar la diversión y la cooperación en vez de la competencia.
Los materiales de uso abierto –aquellos que dependen más de la imaginación y el uso creativo del niño– frecuentemente ayudan a los niños preescolares a aprender más que los juguetes que tienen un uso limitado. Por ejemplo, los bloques pueden usarse de muchas maneras, pero los juguetes que se mueven o hacen ruidos mientras el niño los mira son de uso limitado.
¿Qué tal de la televisión, los videojuegos y las computadoras?
La televisión forma parte de la vida para muchos niños pequeños, pero mirarla mucho puede impedirles jugar. La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda que los padres y madres restrinjan el uso de la televisión, los videojuegos y las computadoras con los niños menores de 2 años y sugiere que los niños de edad preescolar no miren la televisión más de 1 ó 2 horas al día.
Si los padres, madres o maestros deciden dejar que los niños mayores de 2 años miren televisión, deberán mirarla con los niños y hacer la experiencia activa. Los adultos pueden animar a los niños a cantar o bailar con el programa y discutirlo con ellos. También hay que tomar en cuenta que el uso prolongado de los medios de entretenimiento está relacionado con una reducción en la actividad física, lo que puede contribuir a la obesidad. También este uso prolongado se ha conectado a una reducción del tiempo que se pasa mirando libros o escuchando la lectura de ellos, lo que puede demorar que un niño aprenda a leer.
Las personas que estudian el desarrollo infantil han sugerido a menudo que los videojuegos y el uso de la computadora simplemente no satisfacen las necesidades de niños menores de 3 años. Los niños de esta edad todavía están aprendiendo a coordinar todas las partes del cuerpo: los brazos y las piernas, los ojos, el oído, el sentido del equilibrio y más. Los niños cambian a menudo el enfoque de su atención, y necesitan moverse con frecuencia. No existe un buen sustituto para la actividad física durante esta etapa de la vida. Los videojuegos y el uso de la computadora no son buenas opciones para estimular las destrezas esenciales que los bebés y niños de corta edad necesitan dominar: andar a gatas, caminar, hablar, agarrar cosas, turnarse y conocer a otras personas.
Los niños menores de 3 años sacan más provecho jugando de forma activa y relacionándose con las personas, que quedándose sentados frente a una computadora. Esta puede ser útil en el caso de niños mayores que la usen de maneras apropiadas a su desarrollo. Cuando los niños mayores usan la computadora, es importante la supervisión de adultos además de claras reglas sobre el tiempo para su uso, los programas que se usan o los sitios de Internet que se visitan. Los padres, madres y maestros pueden animar la interacción social al colocar dos sillas ante la computadora para que los niños puedan relacionarse fácilmente al usarla.
Esto es todo por hoy, gracias por su participación, le esperamos el próximo miércoles a las 11:00 de la mañana para juntos….
¡APRENDER Y CRECER!
Fuentes de Información utilizadas para este programa:
The Illinois Early Learning Project: Helping Children Develop “Impulse Control.”
http://www.illinoisearlylearning.org/tipsheets-sp/impulsecontrol-sp.htm
Soluciones Positivas para las familias – Sesión 4, Actividades 18 (La técnica de la tortuga), 19 Resolución de problemas y 20 (Habilidades de alfabetismo emocional).
El Centro sobre los fundamentos Sociales y Emocionales para el Aprendizaje Temprano: www.vanderbilt.edu/cefel