Miércoles 27 de agosto de 2014
Programas # 156
Bienvenidos a su programa
APOYANDO FAMILIAS – APRENDIENDO JUNTOS
Aprendiendo sobre el desarrollo de nuestros niños
Nuestros facilitadores: Ricardo Serrano, Shelene y su servidora, Romilia Schlueter
Participe en el programa llamando al 321-1480 – enviando un mensaje de texto al 60193.
Escucha las primeras partes:
La segunda parte:
Este material es un extracto de la Guía de los resultados positivos del niño para los que dirigen Head Start y que puede ser muy útil tanto para todas las personas que trabajan en el campo de educación preescolar, como para padres de familia.
Dominio 1: Desarrollo lingüístico
El Dominio 1 del Marco de los Resultados del Niño en Head Start identifica las etapas del desarrollo de los niños de tres a cinco años, tanto en el idioma expresivo como receptivo. Los equipos de enseñanza descubren que el idioma es un aspecto vital para el aprendizaje y desarrollo de los niños en otras áreas. Examinan las estrategias eficaces que ayudan a que los niños adquieran las destrezas necesarias de escuchar, comprender, hablar y comunicarse. Los maestros que trabajan con los niños cuyos antecedentes lingüísticos no provienen del inglés, o sea cuyo idioma materno no es el inglés reciben muchas sugerencias que ayudan a los niños a medida que aprenden el inglés mientras también conservan su idioma materno.
Los resultados sobre el aprendizaje y el desarrollo enumerados por Head Start en el marco de los resultados del niño son metas para que todos los niños avancen en el transcurso de su participación en el programa Head Start. Este día les hablaremos del primer dominio: Desarrollo lingüístico, les invitamos a sintonizar los siguientes programas para aprender sobre los 7 dominios restantes. Los 8 dominios de aprendizaje son parte de la guía para que las personas que trabajan educando a nuestros tengan una visión más detallada de lo que ocurre cada día en programas que tienen un compromiso para ayudar a los niños lograr resultados positivos.
Las estrategias eficaces que se sugieren y se encuentran bajo cada Dominio no son, de ningún modo, las únicas prácticas que tienen valor. El punto más importante es: El equipo docente tiene que planear experiencias de aprendizaje y usar las estrategias de enseñanza de modo considerado e intencional para cada Dominio. Los maestros deben también seguir de forma regular el progreso de los niños en lograr los resultados deseados en el aprendizaje y adaptar las estrategias de enseñanza o experiencias de aprendizaje cuando los niños no están avanzando como se espera.
Todos los resultados de aprendizaje del marco de los resultados del niño importan, y cada uno requiere atención en el currículo de la primera infancia. Puesto que los Dominios se relacionan tanto entre sí y que el currículo de la primera infancia se presta a la integración entre los Dominios, muchas estrategias de enseñanza aparecen en varios Dominios. Esta redundancia está ahí a propósito para que las maestras vean que las buenas experiencias de aprendizaje pueden cumplir muchos objetivos diversos. Por ejemplo, leer un libro de cuentos puede promover escuchar y entender, vocabulario, conciencia fonológica, conocimientos del alfabeto, conciencia de la palabra impresa, conocimientos en áreas como las ciencias o matemáticas, o incluso habilidades de resolución de problemas. El juego de dramatización puede apoyar el desarrollo lingüístico, comprender la función y contenido de la palabra impresa, habilidades sociales, resolución de problemas, autocontrol emocional y muchos otros resultados importantes entorno al aprendizaje.
Las experiencias de aprendizaje positivas a menudo fomentan el logro de los resultados a través de varios Dominios.
Aunque hay bastantes conexiones entre los Dominios, el que haya avance en un área no quiere decir que se garantice el progreso en otra. A veces, puede ser útil centrarse en el aprendizaje en relación con un elemento o indicador de Dominio en particular. Otras veces, es mejor integrar la enseñanza y las experiencias de aprendizaje a través de varios Elementos del Dominio.
INTRODUCCIÓN AL DESARROLLO LINGÜÍSTICO
Entre las tareas más importantes de los primeros cinco años de vida se encuentra el desarrollo lingüístico, el cual afecta el aprendizaje y el desarrollo en todas las demás áreas. Dicha habilidad es un gran pronosticador del éxito en aprender a leer y leer en el futuro (Snow, Burns & Griffin 1998). Los niños que son hábiles en la comunicación tienen más probabilidad de mostrar mayor competencia social y mejor preparación para la escuela.
Puesto que los niños aparentemente aprenden a hablar de forma natural, los adultos suponen a menudo que es simplemente cuestión de madurez. Pero no es así. El desarrollo lingüístico tiende a seguir un patrón similar, comenzando con gorgoritos y balbuceos y pasando a decir palabras y frases. Pero como en todas las áreas de desarrollo, aprender a comunicarse es fruto de experiencias acumulativas que comienzan cuando nace el niño. (Weitzman 1992).
Los niños aprenden gradualmente el lenguaje en el transcurso de muchos años de interacción con adultos y otros niños. Y lo que es más, los niños en edad preescolar ya tienen experiencia con el idioma, de hecho, durante los años preescolares, la habilidad lingüística es lo que más rápidamente se desarrolla en esa etapa, más que durante cualquier otra. Puesto que el lenguaje que usan los niños es adquirido en el contexto de su hogar y comunidad cultural, puede diferir del que se usa en Head Start o en la guardería. Por último, aprender el idioma no es algo que se completa antes de ingresar en kindergarten. Los seres humanos continúan aprendiendo el lenguaje durante los años escolares y en toda la vida.
Los resultados del aprendizaje en Head Start del Dominio 1 incluyen dos clases de lenguaje:
- El lenguaje receptivo es entender lo que dicen los demás.
- El lenguaje expresivo es el que emplean los niños y el que conocen del lenguaje hablado, es decir, su habilidad para comunicarse.
El resultado deseado del aprendizaje es aumentar, tanto la cantidad, como la calidad, del vocabulario receptivo y expresivo de los niños. No es suficiente que los niños hablen mucho. Debemos prestar atención a la extensión de las palabras que comprenden y utilizan el vocabulario, que es el número de palabras que la persona conoce cuando escucha o habla, y el uso de pronombres, preposiciones, adverbios y otras partes del habla.
Otro Elemento importante del desarrollo lingüístico es la complejidad de la estructura de las frases en otras palabras, la sintaxis o la gramática que usan los niños. Un objetivo relacionado con el aprendizaje es que los niños comiencen a adquirir los guiones que las personas usan para comunicarse en distintos ambientes. Por ejemplo, lo que el médico dice es diferente a lo que dice un dependiente de una tienda de comestibles, y la forma de hablar durante la hora del círculo es diferente a la forma de hablar en el patio de recreo.
Los niños desarrollan el lenguaje y las destrezas de lectoescritura temprana durante aproximadamente la misma etapa, y los dos se relacionan entre sí (Dickinson & Tabors 2001). Leer a los niños acrecienta su desarrollo lingüístico, especialmente el vocabulario, porque las estructuras y las palabras que se emplean en los libros son más variadas que las que habitualmente se hablan. Conocer más palabras, a su vez, ayuda a los niños a comprender la palabra escrita y a encontrar más significativo e interesante lo que leen. Y hablarles a los niños de lo que se ha leído mejora aún más su vocabulario y comprensión.
ELEMENTO DEL DOMINIO: ESCUCHAR Y ENTENDER
Las destrezas del lenguaje receptivo escuchar y entender tienden a desarrollarse antes que las habilidades expresivas de hablar y comunicarse. En otras palabras, en cualquier momento dado, los niños entienden más palabras y estructuras avanzadas que las que usan. Esto es cierto también en el caso de los que están aprendiendo el inglés, los cuales comprenden lo que se está diciendo en el segundo idioma (inglés), pero no lo hablan todavía.
Las investigaciones de la encuesta de las experiencias familiares y del niño (FACES) muestra que aunque los niños de Head Start avanzan más que otros en la adquisición de vocabulario receptivo, no obstante, no alcanzan los promedios nacionales (ACYF 2001). Dada su enorme importancia y porque ésta es un área que hay que fortalecer en los muchos niños que se crían en la pobreza, el desarrollo del lenguaje receptivo tiene que ser un enfoque importante de la enseñanza y las experiencias de aprendizaje en los programas Head Start.
- Indicador: Entiende un vocabulario cada vez más complejo y variado.
- Indicador: Progresa en escuchar y entender el inglés, en el caso de los niños que no hablan este idioma.
Vocabulario receptivo, el número de palabras que conocen y entienden los niños es uno de los pronosticadores más importantes del éxito de los niños en aprender a leer y escribir y, más adelante, en la comprensión de lo que leen. Cuantas más palabras entienden, más fácilmente pueden usar las pistas contextuales para ayudarlos a leer palabras nuevas. El vocabulario receptivo se puede considerar como si fueran etiquetas para los conceptos que aprendemos, así como para los que ya conocemos y entendemos. Los niños pequeños normalmente piensan en voz alta, y el lenguaje social o interactivo aparece antes que el pensamiento interno (Vygotsky 1978). Así pues, cuanto más limitado sea el vocabulario del niño, más limitada es su comprensión conceptual del mundo.
El vocabulario no sólo afecta el aprendizaje y rendimiento de los niños, sino que, según demuestran las investigaciones, antes de llegar a la edad preescolar, ya hay diferencias importantes en el tamaño y alcance del vocabulario de los niños, especialmente cuando se comparan los que provienen de familias de bajos recursos con sus compañeros de la clase media (Hart & Risley 1995). Estas diferencias deben abordarse y reducirse temprano para mejorar el porvenir, dado que el lenguaje es sumamente indispensable para el aprendizaje dentro y fuera de la escuela.
INDICADORES: ESCUCHAR Y ENTENDER
Demuestra una capacidad creciente para prestar atención y entender conversaciones, relatos, canciones y poesías.
Muestra avance en entender y seguir instrucciones sencillas y de pasos múltiples.
- Entiende un vocabulario cada vez más complejo y variado.
- Progresa en escuchar y entender el inglés, en el caso de los niños que no hablan este idioma.
ESTRATEGIAS: ESCUCHAR Y ENTENDER
Para promover el escuchar y comprender un vocabulario cada vez más complejo
- Ser un modelo de escuchar bien, manteniendo contacto visual y expresar interés en la persona que está hablando.
- Jugar a juegos donde hay que escuchar. Por ejemplo, colocar algunos artículos en una caja de misterio para que los niños adivinen lo que hay dentro según unas pistas, jueguen a copiar sonidos, juegos de la búsqueda del tesoro y lotería donde los niños deben escuchar y seguir una serie de instrucciones. Juegos como El `Tío Simón ofrecen la oportunidad de aprender conceptos concretos.
- Construir destrezas de discernimiento auditivo jugando a juegos donde se destacan sonidos iguales/diferentes.
- Ofrecer experiencias nuevas y diferentes que amplíen el vocabulario receptivo, como las excursiones, visitantes y objetos que hay que descubrir. Más tarde, pedir a los niños que describan sus experiencias en sus propias palabras para comprobar lo que comprenden y las palabras nuevas que han aprendido.
- Ofrecer un currículo rico y variado que incorpore las ciencias, matemáticas, estudios sociales y otras materias que aumentan la comprensión de los conceptos y el vocabulario que escuchan los niños.
- Leerles a los niños cada día con el propósito expreso de mejorar su vocabulario y su destreza en escuchar. Leer con regularidad a grupos pequeños de tres a seis niños para asegurar la participación activa de los mismos. Durante la lectura que tiene lugar en grupos pequeños, los niños tienden a aprender más vocabulario y a comprender mejor el cuento.
- Usar los intereses de los niños, como los trenes o camiones, para identificar palabras nuevas locomotor, vagón trasero, vagón restaurante, o camión de 18 ruedas, camión cisterna y camioneta de reparto.
- Elegir cuentos o libros que tengan un vocabulario rico y palabras poco comunes, tales como los que normalmente no oye o emplea un niño en edad preescolar. Antes de leer, explíqueles algunas de las palabras nuevas y señale las palabras cuando lea.
ELEMENTO DEL DOMINIO: HABLAR Y COMUNICARSE
Este Elemento del Dominio se refiere al lenguaje expresivo la capacidad que tienen los niños de expresar sus ideas y sentimientos usando palabras. La capacidad creciente de comunicarse con otras personas durante la edad preescolar está vinculada con su aprendizaje general y con su desarrollo en otras áreas, particularmente con las relaciones sociales y el desarrollo emocional.
- Indicador: Desarrolla una capacidad cada vez mayor para comprender y utilizar el lenguaje para comunicar información, experiencias, ideas, sentimientos, opiniones, necesidades, hacer preguntas y otros fines varios.
- Indicador: Usa un vocabulario hablado cada vez más complejo y variado.
- Indicador: Progresa en hablar el inglés, en caso de los niños que no lo hablan.
Desde los primeros años de vida, los niños necesitan tomar parte en conversaciones extensas y sensibles con los adultos sobre temas interesantes y atractivos.
Los primeros tres años de vida son especialmente críticos en el desarrollo del lenguaje, incluso antes de la etapa en que los niños comienzan a hablar. Para los bebés y niños pequeños, las maestras adaptan su habla al nivel del niño, respondiendo y aumentando las vocalizaciones e intentos de hablar de los niños. Durante los años preescolares, el desarrollo del lenguaje se dispara si se recibe un buen apoyo por los adultos.
Esta es la etapa en que es especialmente importante el que haya y se extienda la conversación de intercambio. Los niños necesitan tomar parte en conversaciones particulares con personas que hablan el idioma mejor y también necesitan tener algo interesante de qué hablar (Dickinson & Tabors 2001). Los temas principales para tales conversaciones pueden ser acontecimientos personales y familiares, experiencias rutinas cotidianas en el aula (como la hora de comer), juegos y el contenido del currículo.
Los niños en edad preescolar deberían tener temas de estudio en el currículo que les proporcione cosas interesantes de qué hablar, como por ejemplo: ciencias, estudios sociales, matemáticas, literatura, artes creativas y otros temas.
INDICADORES: HABLAR Y COMUNICARSE
- Desarrolla una capacidad cada vez mayor para comprender y utilizar el lenguaje para comunicar información, experiencias, ideas, sentimientos, opiniones, necesidades, hacer preguntas y otros fines varios.
- Avanza en su habilidad de iniciar conversaciones y diálogos con sus compañeros y adultos y responde a ellos apropiadamente.
- Usa un vocabulario hablado cada vez más complejo y variado.
- Mejora en la claridad de su pronunciación y para hablar con oraciones cada vez más largas y de mayor complejidad gramatical.
- Progresa en hablar el inglés, en caso de los niños que no lo hablan.
ESTRATEGIAS: HABLAR Y COMUNICARSE
Para mejorar la capacidad de los niños en comunicarse y usar un vocabulario cada vez más complejo y variado.
- Entablar conversaciones extendidas y particulares con cada niño entorno a sus experiencias personales o acontecimientos en el programa.
- Responder a lo que dicen los niños con extensiones y preguntas que señalan las causas y las consecuencias.
- Introducir palabras nuevas, incluyendo las que tienen muchas sílabas que normalmente no forman parte del vocabulario de un niño en edad preescolar. Use palabras nuevas muchas veces y observe si los niños comienzan a usarlas adecuadamente.
- Ocupar e los niños en conversaciones sobre acontecimientos, experiencias del pasado, del futuro o de la imaginación de los niños (es decir, hablar fuera de contexto). Tal interacción requiere que los niños y los adultos usen un vocabulario más complejo y variado para dar explicaciones, describir, narrar, dialogar y simular el habla.
- Hablar de un libro que se vaya a leer a los niños antes de hacerlo, pedirles que predigan de qué se va a tratar el cuento y qué es lo que va a suceder, partiendo del título o la cubierta del libro.
- Hablar con los niños tras la lectura de un cuento; pídales que lo vuelvan a contar o lo representen. Anímelos a hablar acerca de los personajes y acontecimientos, contestando a sus preguntas y respondiendo a sus comentarios.
- Escribir los mensajes de los niños a sus padres y otras personas, dictados para los cuadros de experiencias del lenguaje o cuentos y leerlos.
- Ofrecer áreas de juego de dramatización, accesorios, materiales y temas que fomentan hablar y escuchar, tales como un despacho, la oficina de correos, librería, restaurante, biblioteca, supermercado, clínica médica y una obra de construcción.
- Participar en el juego para continuarlo si los niños tienen dificultades o para extenderlo y usar más interacción con el lenguaje. Por ejemplo, la maestra puede entrar en el restaurante y simular ser una cliente: ¿Me puede traer el menú, por favor? Deseo algo para cenar. En el juego, los niños naturalmente procuran imitar a los adultos y su lenguaje se hace más complejo y sofisticado. Necesitan muchas oportunidades para practicar tal interacción verbal con otros niños y de vez en cuando con los adultos. (Véanse los ejemplos de las conductas de enseñanza en el cuadro Serie continua de las conductas de enseñanza).
- Tener la costumbre de darles a los niños suficiente tiempo unos cinco segundos para responder a una pregunta o hacer un comentario sobre la conversación. Los adultos casi nunca dan suficiente tiempo a los niños para responder, lo que hacen es darse prisa respondiendo por ellos o preguntándoles otra cosa. El simple acto de esperar aumenta las respuestas verbales de los niños, especialmente en los niños que tienden a hablar con menos frecuencia.
- Planear proyectos a fondo con los niños para investigar preguntas o temas de interés que aumenten el vocabulario y proporcionen oportunidades de conversación extendida y de dar distintos puntos de vista.
- Alentar a los padres a que hablen, lean cuentos a sus hijos o se los cuenten en su casa.
- Invitar a los padres, hermanos mayores y otros miembros de la familia a hablar con el grupo sobre algún acontecimiento especial o experiencias en el hogar de cualquier tipo.
- Ser un buen ejemplo en cuanto al lenguaje para los niños. Si fuera posible, sea un ejemplo de la forma normal de hablar gramaticalmente en el idioma materno del niño. Reconozca que hay muchos errores en la forma de hablar de los niños en inglés.
ELEMENTO DEL DOMINIO: LOS NIÑOS QUE ESTÁN APRENDIENDO EL INGLÉS
- Indicador: Para los niños que no hablan el inglés: avanza en escuchar y entender este idioma.
- Indicador: Para los niños que no hablan el inglés: progresa en hablar este idioma.
En el Dominio 1, Desarrollo lingüístico, el Marco de los Resultados del Niño incluye dos Indicadores exigidos por la ley que atañe a los niños que están aprendiendo el inglés. Es difícil definir estos resultados de aprendizaje en términos específicos. El progreso varía bastante de niño en niño, según su nivel de adquisición del idioma, su aptitud en el idioma materno y su exposición actual y previa al inglés.
El progreso de los niños también depende del contexto dentro del cual reciben servicios. Es decir, algunos programas Head Start son monolingües; otros son bilingües, usando el inglés y otro idioma dominante, como el español. Algunos programas pueden tener muchos idiomas en una misma aula tantos como 10. Dichos programas Head Start pueden usar los principios del inglés como segundo idioma (ESL), donde el idioma principal de interacción con los niños y las familias es el inglés. Estos programas pueden asimismo ofrecer contacto regular con otros niños o adultos en la clase, los cuales hablan los idiomas que se hablan en el hogar.
Cualquiera que fuera la situación, los principios multiculturales incorporados en las normas de ejecución del programa de Head Start (2002) requieren que los programas apoyen el idioma y cultura del hogar del niño al tiempo que se le enseña el inglés. Esto ayuda a mantener un sentido de continuidad entre el hogar y el salón de clase para el niño y les permite estar conectado con su familia y cultura y, de este modo, el proceso de comunicación en el idioma materno no se interrumpe ni se pierde. Tener una base sólida en idioma materno puede transferirse a su capacidad de aprender el inglés con menos dificultad.
Para lograr que los niños sean bilingües, el proceso de aprender el segundo idioma en este caso, el inglés debe ser añadido, o sea, que el aprender el segundo idioma no suponga la pérdida del primero. La meta es crear un ambiente de aprendizaje en los programas Head Start que sumen y que no resten. Todos los niños de nuestra sociedad necesitan adquirir el inglés para triunfar en la escuela y en la vida. Ahora pueden lograrlo sin perder su idioma nativo (Cummins 1979; Wong Filmore 1991; Tabors 1997). Es esencial que las maestras hablen de ello con los padres. Las maestras de Head Start pueden ayudar a que los padres tomen decisiones informadas sobre el idioma que se usa en el hogar. Deben ser conscientes que si se enfocan exclusivamente en que los niños aprendan el inglés desde una edad muy temprana puede significar que pierdan el idioma materno.
Si los padres no hablan bien el inglés y sus hijos pierden el idioma materno, es muy probable que se creen problemas serios de comunicación y de relaciones familiares (Wong Filmore 1991). Las maestras deberían alentar especialmente a los padres a que hablen a los niños y les cuenten o lean cuentos en cualquier idioma que les vaya mejor a los padres, siendo éste un medio importante de ayudar a alcanzar los demás resultados lingüísticos y de lectoescritura deseados. Fortalecer las experiencias del idioma materno en los niños puede considerarse una meta a corto plazo que puede ayudarlos a progresar hacia el logro de la meta, a largo plazo, de comprender y comunicarse en inglés.
Evaluar el desarrollo lingüístico del niño que está aprendiendo el inglés requiere herramientas y pericia especiales. Quizá la estrategia más eficaz de evaluar el aprendizaje del segunda idioma sea el que las maestras observen cuidadosamente a dichos niños e interactúen con ellos de forma regular. No se deberá asumir la competencia o la inteligencia del niño basándose en las mediciones hechas en el idioma en que el niño no domina. Lo más eficaz consiste en evaluar a los niños en el idioma en que mejor se desenvuelven.
Hay demasiados niños, que están aprendiendo el inglés, a quienes se les ha juzgado con retraso en el lenguaje cuando realmente están demostrando las etapas normales de desarrollo del segundo idioma. Los niños a menudo experimentan un periodo de silencio durante algunos meses, en los que no hablan ninguno de los dos idiomas. Los padres y los maestros pueden preocuparse en este período en el que parece que no están avanzando o incluso que están perdiendo terreno. De hecho, este período de silencio, cuya duración varía, puede seguirse por otro de experimentación en el nuevo idioma.
Hay una secuencia relativamente previsible en la adquisición de un segundo idioma, pero debemos tener presente que los niños que están aprendiendo el inglés difieren entre sí, tal y como lo son los niños que hablan el idioma. Varían en temperamento, habilidad, intereses y muchas otras dimensiones. Algunas de estas diferencias afectan su aprendizaje del segundo idioma. Los niños que se aventuran, por ejemplo, tienen mayor probabilidad de progresar más en aprender un idioma nuevo. Cualquier niño que se siente seguro de sí mismo, a gusto y aceptado tiene mayor probabilidad de motivarse más para aprender a comunicarse con los demás en un entorno nuevo.
INDICADORES: LOS NIÑOS QUE ESTÁN APRENDIENDO EL INGLÉS
DESARROLLO LINGÜÍSTICO
Escuchar y entender
- Progresa en escuchar y entender el inglés, en el caso de los niños que no hablan este idioma.
Hablar y comunicarse
- Progresa en hablar el inglés, en caso de los niños que no lo hablan.
ESTRATEGIAS: LOS NIÑOS QUE ESTÁN APRENDIENDO EL INGLÉS
Para ayudar a los niños que están aprendiendo el inglés a progresar en entender y hablar tanto el inglés como su idioma materno
- Establecer relaciones positivas, cálidas y formativas con los niños que están aprendiendo el inglés para que puedan sentirse seguros y tengan menos ansiedad. No poder comunicarse crea bastante ansiedad en los niños pequeños, que entonces no pueden aprender nada estando estresados.
- Hablar el inglés de manera que los niños que no lo hablan lo entiendan: Por ejemplo, use frases sencillas, repita lo que diga, use gestos y expresiones faciales, señale objetos, use un vocabulario corriente.
- Hablar el inglés claramente y despacio, pero no en voz demasiado alta, simplificando el idioma cuando haga falta, tal y como lo usaría para hablarle a un niño más pequeño que está aprendiendo su primer idioma. Gradualmente, amplíe su vocabulario para que los niños que están aprendiendo el inglés continúen avanzando en el desarrollo del vocabulario y sean desafiados.
- Ayudar a los niños a vincular el vocabulario inglés a experiencias de primera mano con dibujos, objetos concretos y acontecimientos de la vida real. Al principio, hablen sobre los que pasa aquí y ahora, hasta que los niños dominen mejor el idioma.
- Respetar y valorar el idioma e identidad cultural de la familia de los niños.
- Alentar los intentos de expresión de los niños en inglés. Dígales lo mucho que agradece sus esfuerzos.
- Usar canciones para ayudar a los niños a aprender frases nuevas, tales como: Hello, hello, hello, and how are you? Im fine, Im fine, and I hope that you are too.
- Escribir los cuentos que se inventen los niños o grabarlos en su idioma materno, con la participación de los voluntarios, padres y niños mayores que hablan el idioma.
- Dar apoyo social para los niños que aprenden el inglés, proporcionar contacto regular con otros niños o adultos que hablan su idioma para ayudar a apoyar su identidad y ayudarles a darle sentido a lo que está ocurriendo a su alrededor.
- Proporcionar mucho tiempo y oportunidades para que los niños hablen entre sí. Emparejar a los niños cuyo idioma dominante es el inglés con los que están aprendiendo el idioma para algunas actividades.
- Seguir con rutinas previsibles y cómodas para que los niños que aprenden el inglés sepan a qué atenerse.
- Proporcionar tiempo regular para leer en grupos pequeños usando libros de conceptos o textos previsibles, tales como Brown Bear, Brown Bear, libros en la serie Spot, o la colección de Alma Flor Ada, con un vocabulario simplificado, donde los niños puedan ver claramente los dibujos y seguir el cuento.
- Leer con frecuencia y en grupos pequeños para apoyar a los niños que parecen estar confundidos o inciertos sobre el cuento.
- Leer un libro no sólo una vez, sino muchas, siempre que los niños estén disfrutando, para que puedan conocer el cuento y su contenido y texto.
- Facilitar temas interesantes para estudiar que les dé algo de qué hablar y los ayude a hacer conexiones entre los conceptos y comprender las palabras nuevas que están aprendiendo.
- Ofrecer oportunidades y apoyo para el juego dado que el interés natural de los niños por jugar y comunicarse con los demás entrega motivación para su desarrollo lingüístico.
- Ayudar a los niños a adquirir conocimientos, apreciación de los libros, conciencia de la letra impresa y fonológica de su idioma materno, usando a la familia y los miembros de la comunidad como recurso. Una vez adquiridos, estas habilidades se transferirán a medida que los niños vayan dominando el inglés.
- Incluir textos impresos, tales como letreros y etiquetas, en inglés y en el idioma materno de los niños.
- Ofrecer libros, revistas, periódicos y otros textos en inglés y en el otro idioma de los niños.
- Alentar a los padres a hablar con sus hijos y leerles cuentos en su idioma materno y en inglés, cuando sea posible.
- Invitar a las familias a ocupar a los niños con experiencias culturales y tradiciones orales como contar cuentos y representaciones con títeres en su idioma y en inglés.
- Proporcionar un centro para escuchar cuentos y canciones grabadas en los idiomas maternos de los niños y en inglés.
- Invitar a que los niños participen en representaciones dramáticas de un cuento o un acontecimiento, alentándolos a repetir juntos el diálogo, las acciones y frases.
- Considerar usar el lenguaje por señas junto con las palabras habladas para proveer aprendizaje multi-sensorial.
Las características esenciales que componen un aula de calidad de Head Start o programa basado en el hogar puede apoyar la adquisición de tanto el idioma materno como del segundo idioma. Implementar las estrategias mencionadas anteriormente para mejorar el desarrollo lingüístico y de lectoescritura ayudará a establecer un ambiente en el que los niños puedan fortalecer y ampliar su idioma materno mientras aprenden el inglés.
A medida que los niños se desenvuelven mejor lingüísticamente, sus habilidades en otras áreas aumentan también. Pero las diferencias de las aptitudes lingüísticas de los niños continúan persistiendo entre los grupos socioeconómicos a la hora de ingresar a la escuela. Desafortunadamente, estas diferencias se hacen mayores a medida que pasa el tiempo y contribuyen a la brecha en el rendimiento que persiste en nuestro país. Los programas preescolares deben hacer frente al desafío de acelerar el avance lingüístico de los niños. Pensemos en esto–lo que dice la maestra ¿domina la clase? Cuando las maestras hablan, ¿dan directivas como haz esto o no hagas esto? O ¿están hablando extendidamente las maestras y los niños? las maestras ¿están hablando con los niños de forma cognoscitiva y estimulante?
Los visitantes domiciliarios y los trabajadores familiares también tienen un papel importante que desempeñar en el desarrollo lingüístico de los niños. Pueden ayudar a los padres a comprender la importancia de tener un ambiente rico lingüísticamente dentro del hogar. Pensemos en esto–¿ayudan a los padres a comprender la importancia del desarrollo del vocabulario en los niños? ¿Alientan a los padres a leer o contar cuentos a sus hijos? ¿Hablan sobre extender el vocabulario de los niños o dan el ejemplo de ello, y hacen preguntas atractivas cuando leen o cuentan cuentos? ¿Ayudan a los padres a aprender a usar las rutinas cotidianas como oportunidades para conversar con sus hijos?
El ambiente lingüístico dentro de los programas preescolares, reforzado por el ambiente lingüístico en el hogar tiene implicaciones importantes para aprender en todos los Dominios del Marco de los Resultados del Niño.
Esto es todo por hoy, gracias por su participación, les esperamos el próximo miércoles a las 11:00 de la mañana para juntos….
¡APRENDER Y CRECER!
Recursos
«Dominio 1: Desarrollo lingüístico.» Guía de los resultados positivos del niño para los que dirigen Head Start. HHS/ACF/ACYF/HSB. 2003. Español.
U.S. Department of Health
and Human Services
Administration for Children and Families
Office of Head Start (OHS)
8th Floor Portals Building
Washington, DC 20024
Historia de Head Start
En enero de 1964, el presidente Lyndon B. Johnson declaró la guerra a la pobreza en su discurso de Estado de la Unión. Poco después, Sargent Shriver, tomó la iniciativa para convocar a un panel de expertos para desarrollar un programa de desarrollo infantil integral que ayudara a las comunidades a satisfacer las necesidades de los niños desfavorecidos en edad preescolar. Entre estos expertos se encontraban el Dr. Robert Cooke, pediatra de la Universidad Johns Hopkins, y el Dr. Edward Zigler, profesor de psicología y director del Child Study Center de la Universidad de Yale.
Parte del pensamiento del gobierno sobre la pobreza estaba influenciado por nuevas investigaciones sobre los efectos de la pobreza, y el impacto de la educación. Esta investigación indicaba la obligación de ayudar a los grupos desfavorecidos para compensar la desigualdad de las condiciones sociales o económicas. Head Start fue diseñado para ayudar a romper el ciclo de la pobreza, proporcionando a los niños en edad preescolar, de familias de bajos ingresos, un programa integral para satisfacer sus necesidades emocionales, sociales, de salud, nutricionales y psicológicas. Un principio clave era establecer un programa que fuera culturalmente sensible a las comunidades atendidas, y que las comunidades invirtieran en su éxito, contribuyendo horas de trabajo voluntario y otras donaciones como participación no federal.
En los veranos de 1965 y 1966, la Oficina de Oportunidades Económicas lanzó el proyecto Head Start de ocho semanas de duración. En 1969, bajo el gobierno de Nixon, Head Start fue transferido de la Oficina de Oportunidades Económicas de la Oficina de Desarrollo Infantil de EE.UU. al Departamento de Salud, Educación y Bienestar Social. El Dr. Edward Zigler, quien había integrado el comité de planificación para poner en marcha el proyecto Head Start, fue nombrado Director de la Oficina de Desarrollo Infantil. En 1977, bajo el gobierno de Carter, Head Start inició los programas bilingües y biculturales en unos 21 estados. Siete años después, en octubre de 1984, durante el gobierno Reagan, el presupuesto para las subvenciones de Head Start superó mil millones de dólares. En septiembre de 1995, durante el gobierno de Clinton, se adjudicaron las primeras subvenciones de Early Head Start, y en octubre de 1998, Head Start fue ratificada para ampliar los servicios a jornada completa y todo el año.
Head Start fue reautorizado más recientemente en 2007, durante el gobierno de George W. Bush, con varias disposiciones para fortalecer la calidad de Head Start. Estos incluyen la alineación de los objetivos de Head Start para la preparación escolar con las normas de aprendizaje temprano estatales, una mayor cualificación del personal docente de Head Start, consejos asesores estatales para el cuidado y la educación infantil de cada estado, mayor supervisión del programa, inclusive una revisión de los resultados del niño y auditorías financieras anuales. El sistema de capacitación y asistencia técnica de Head Start se ha rediseñado para apoyar los programas mediante seis centros nacionales y un sistema basado en el estado para asegurar el éxito.
El estatuto también incluye una disposición para que se promulgue una normativa para cambiar la duración de las subvenciones del programa, de un período indefinido, a un ciclo de cinco años. Los programas deben demostrar que son de alta calidad o se pondrá a disposición de la comunidad una oportunidad de subvención competitiva. En 2009, bajo el gobierno de Obama, la Ley de Reinversión y Recuperación añadiría 64.000 cupos más para Early Head Start y Head Start.
Head Start ha atendido a alrededor de 30 millones de niños desde 1965, pasando de un proyecto de demostración de ocho semanas, hasta llegar a ser un programa de jornada completa y todo el año, con muchas opciones del programa. Actualmente, Head Start es administrado por la Administración para Niños y Familias (ACF) en el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Head Start atiende a más de un millón de niños y sus familias cada año en las zonas urbanas y rurales de los 50 estados, el Distrito de Columbia, Puerto Rico y los territorios de los EE.UU., incluyendo las comunidades para indios estadounidenses, los nativos de Alaska y las familias migrantes y los trabajadores de temporada.
Historia de Head Start. HHS/ACF/OHS. 2012. Spanish.